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Rompiendo la Cadena
Construyendo un hogar tranquilo y seguro para mi hijo.
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arte por Edward Cortez

Cuando mi hijo Dylan cumplió casi dos años su padre y yo nos separamos. Tenía que enfrentar la realidad de que no nos acercábamos como padres, al contrario, nos gritábamos y discutíamos. El incluso me empujaba a veces o me agarraba fuerte por el brazo.

Me fue muy difícil tomar la decisión de salir de mi relación. Supe lo difícil que iba ser para Dylan no vivir en la misma casa con su padre; pero tampoco quería verlo crecer viéndonos pelear. Pensé: “Es este el ejemplo que deseamos dar a nuestro hijo?“

Buscando Apoyo

Yo empecé a asistir a consejería para que el papá de Dylan y yo pudiéramos llegar a un buen acuerdo por el bien del niño, ya que en el momento en que nos separábamos no teníamos buena comunicación. Pero mi esposo no quiso asistir.

Después de la separación, yo decidí quedarme con la consejera, Liza. Sabia que el conversar con alguien me iba a ayudar a relajarme, a desahogarme, y el poder contar un apoyo ya que en ese momento estaba muy sola.

En este tiempo, Dylan hablaba muy poco. Era muy inquieto y frustrado, pienso yo debido a que quería expresar algo que no podía, o porque no siempre le entendía lo que él quería.

Liza, me sugirió que pusiera a Dylan a una escuelita especial para que lo ayudaran con su habla, a controlar su inquietud y enojo, y también a aprender otras cosas que tal vez el desconocía, como pintar, y a jugar con material pegajoso (ya que a él no le gustaba ensuciarse, ni mojarse tampoco).

Realmente nunca me pareció un gran problema, pero Dylan solo fue unos meses a la escuela y guauhhh fue muy satisfactorio ver lo mucho que él aprendía. El no se frustraba tanto y su temperamento se había tranquilizado. Ya no se enojaba por cualquier cosita. Su curiosidad crecía cada día más!

Ahora Dylan tiene 5 años de edad. Se ha destacado por ser un niño muy curioso y juguetón. A el le gusta estar lleno de entretenimientos, y le gusta que le pongan mucha atención. Se que es muy inteligente ya que me lo saco a mi, ha ha ha.

Momentos Tiernos

A veces Dylan es tan tierno como cuando llega a casa después de haber estado con su padre y le abro la puerta y me dice: mami “tengo una sorpresa para ti, cierra tus ojos.”

Cuando los abro me dice “tengo una rosa para ti, para la mama más linda del mundo, para que nunca estés triste.”

Eso me llena de lágrimas y mi cuerpezote se me derrite ante su pequeño cuerpecito. Hay veces que me dice que el es mi sorpresa! A veces me pregunta cosas que me desconciertan, por que no me imaginaba que existían en su cabecita. Quiere que le cuente de como era el de bebe, como era el tiempo cuando el estaba en mi panza, de como nació, como era su cuerpecito, de que podía hacer y que no.

También, me pregunta: “Por qué se caen las hojas de los árboles? Por qué esta nublado?” Guahhh tengo que volverme hasta meteoróloga de tiempo para explicarle el porqué y que mi explicación lo convenza y se quede satisfecho.

Siendo Juguetón

A Dylan le encanta jugar que somos caricaturas. Me dice: “Mami vamos a jugar a que tu eres Dora y yo Boots. OK?”

“OK.”
“Hola Dora”

“Hola Boots”
“¿Que haces Dora?”
“Nada Boots. Aquí, voy camino a casa y tu Boots?”
“También Dora,”asi consecutivamente.

Lo mas chistoso que a veces me dice, “Mami vamos a conversar ¿OK?”
“¿A conversar de que?”
“De ti, de mi, de todo mami, de todo ¿OK?”.
“OK.”
“Empieza Mami.”
“Empieza tú!” y así empezamos a platicar de cualquier cosa.

Mi Hijo Está Antes que Todo

A veces las cosas no son tan fáciles por que yo estoy cansada y Dylan quiere jugar. Digo “Juegua solo y que luego voy a jugar con tigo,” pero apenas pasan cinco minutos, cuando regresa a mi.

Hay noches cuando llegamos tarde a casa que yo quisiera llegar directamente acostarme, pero tengo que dormirlo a el primero, leerle su cuento y todo el procedimiento antes de dormirse. Hay veces en que le estoy leyendo su cuento y me duermo. Dylan me mueve y me dice: “Mami despiértate ya te estás durmiendo…Mami no te duermas!”

Trato de saltarme las páginas del libro para que terminemos más rápido, pero éll se da cuenta, y me dice: “Oh no Mami así no va, así no es” y me regresa a donde estábamos

Sobrellevando los Berrinches

Como yo y su Papá, Dylan tiene un carácter muy fuerte. Si no recibe mucha atención se pone muy enojado. Cuando no está conforme con las cosas, puede hacer berrinches tremendos. Su voz es muy fuerte y llora y grita furiosamente, a veces aventando las cosas. A veces, se me agobia.

No sé siempre como reaccionar. Trato de no desesperarme por que si uno grita, el otro grita más y así consecutivamente es una cadena.

No es tan fácil y a veces me siento desesperada, pero trato de mantener comunicación. Le digo a Dylan: “Dylan, si tu no gritas, nos vamos a entender mejor. Yo sé que estás enojado pero tranquilo vamos a ver como lo resolvemos.”

Si me hace un berrinche en la calle o en pleno publico, trato de que no me dé pena para corregirlo. Me lleno de fuerzas y no me doy por vencida y aguanto los 2, 3, 4, minutos o el tiempo que sea necesario hasta que se calme.

Trato de Ser Firme

Yo quiero que mi hijo aprenda a respetar, y que si mamá dice no, es no. Cuando digo algo tengo que cumplirlo para que el no piense, “O, mi mamá lo dices pero después no lo hace…” Aunque es difícil a veces no querer darle todo, trato de no consentirlo demasiado.

Hay ocasiones en que estamos jugando un juego y yo gano, que el se enoja y deshace el juego. Se frustra y lo quiere jugar otra vez a modo de que él gane. Si no lo hacemos, llora y grita.

Entonces trato de ser firme y hablarle claro, sin gritarle también. Hablándole firme y fuerte y le digo: “Dylan, mírame, escúchame, yo sé que tú hubieses querido ganar, pero uno no siempre gana, hay ocasiones en que a uno le toca perder; pero no hay problema, lo importante es jugar, no tienes que enojarte.

A veces si sigue llorando lo dejo y le digo, “ Cuando te sientas un poco mejor vienes y me dices lo que quieres.” Me ha funcionado por que hago como que no le pongo mucha atención y se calma y viene y me habla.

Un Hogar Estable

Con el transcurso del tiempo, Dylan y yo hemos aprendido tantas cosas. Yo pongo mas atención a el, y al igual el a mi.

Aunque no vivimos con su papá, el lo vea dos veces entre semana y algunos fines de semana. Dylan me ha dicho que quisiera que viviéramos los tres juntos. Le tuve que explicar, “Papá tiene su casa, y mamá tiene la suya. Pero lo más importante es que aunque estamos separados, estamos contentos.”

Ahora Dylan tiene seguridad y estabilidad en su casa. Cuando su Papá y yo estábamos juntos, tuvimos una relación instable, cuando uno corre por un lado y el otro por el otro. Creo que Dylan no supo que pensar o se puso triste al ver a sus papás desorientados.

Ahora, el Papá de Dylan es un amigo para mí. Los dos esforzamos a mantener la calma para que nuestro hijo se sienta tranquilo.

Mi Gran Satisfacción

Mi experiencia como madre, fuera de darme más responsabilidad y me ha llevado a una madurez más alta. Tuve que analizar quien soy, cuales son mis gustos, y como lograr lo que quiero para mi y Dylan en el futuro.

Si me pongo enojada o frustrada, trato de entender mi reacción y me pregunto, “ Cual es la mejor forma de manejar esta situación?” En el pasado, quería saltar como una leona y salir corriendo; ahora solo lo hago como una gatita y trato de encontrar la mejor solución.

Es una gran satisfacción cuando miro a mi hijo, y lo veo creciendo. Cuando él logra algo, me llena de orgullo por que sé que formo parte de eso. Y es fantástico! Lo veo y puedo suspirar por él, por el gran amor que le tengo y que llevo muy profundamente aquí adentro de mi corazón.

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